de SouzaEntrevista a

Patricia de Souza

 

“Las mujeres no hablan del cuerpo con mucha libertad”



Por Claudia Apablaza

 

Patricia de Souza nació en Perú, en 1964. Ha realizado estudios de ciencias políticas, periodismo y filosofía. Su primera novela fue Cuando llegue la noche (Lima, 1994). Ha publicado en Líneas aéreas (Lengua de Trapo 1999). La mentira de un fauno, su segunda novela, fue publicada en España y el Perú. El último cuerpo de Úrsula (Seix Barral) ha sido traducido al alemán y la revista literaria francesa de l'NRF (Gallimard), publicó el texto corto Désert. Recientemente ha publicado dos libros: Ellos dos (Ed. San Marcos, Lima, 2007) y Erótika, escenas de la vida sexual (Jus, México 2008, Barataria, Barcelona, 2009). Escribe para diferentes periódicos en Madrid y el Perú.

 

P: ¿Qué caminos fue tomando la literatura erótica después de los 60 y 70? ¿Hay algo nuevo en lo que poder indagar con este género?

R: Yo creo que en los años 60 y 70 vivimos los privilegios que dejó el pensamiento de Freud y de Simone de Beauvoir y Lévi-Strauss. Lo que se escribe sobre erotismo en este tiempo se inscribe en ese contexto, salvo en España, donde había una total ausencia de libros de este tipo a raíz de la censura.

¿Hasta dónde crees que se puede llegar, literariamente hablando, con la literatura erótica?

Creo que se puede llegar muy lejos. Al menos, es lo que he visto en mi caso. Al pedírseme que escriba sobre el tema, me he dado cuenta de que no solo hay una reescritura de libros que ya había leído sino que debía asumir una posición política en el instante en que iba a tratar el tema.

¿Se escribe mayormente por mujeres?

Mmm…. Yo creo que es al revés. Hace poco Georges Steiner se quejaba de que no existiera un Casanova femenino, ni un Sade, la voici !!!, como se dice en francés. Yo quería que este libro tuviese dentro su propia explosión simbólica.

¿Qué teóricas contemporáneas te parecen más interesantes en relación a este género?

No sé si hay teorías, en la literatura es difícil teorizar y le temo un poco a esta palabra, creo que hay interpretaciones, la de Roland Barthes sobre el marqués de Sade es interesante, él lee en su trabajo un sistema político subvesirvo y fríamente calculado.

¿Crees que aún las mujeres tienen más dificultades para acceder al espacio de lo literario?

Creo que las mujeres tienen muchas cosas que decir. Creo que los géneros son culturales y no naturales. La manera de pensar no la define el sexo, sino la experiencia. Las mujeres no hablan del tema del cuerpo con mucha libertad. Si nos ponemos a pensar existen pocas descripciones del propio cuerpo en las novelas contemporáneas y menos de un coito, por lo que pensé que sería interesante que la voz que hablase fuese en la primera persona del femenino. Como decía Flora Tristán, las mujeres tienen también que nombrar.

He leído en algunas entrevistas que te hacen que manifiestas una resistencia total a los géneros literarios. ¿Es así? ¿Ha dificultado esto tu trayectoria como escritora?

La resistencia es a la imposición de un canon literario. Asumo la literatura como una exploración y una resistencia a la autoridad. Como ejercicio de libertad. Cuesta, sí, liberarse de esos lastres académicos que nada tienen que ver con escribir. No escribo pensando en que voy a hacer un cuento o una novela, simplemente escribo.

En Erótika dices que has intentado contar tu historia, ¿Qué relación ves entre autobiografía y literatura? ¿Te interesa la autoficción?

¡Claro que me interesa la autoficción!,  porque creo que la primera persona siempre es ficción. Cuando haces un libro te planteas qué persona vas a usar y muchas otras cosas más. Yo no he hecho una autobiografía porque hay ficción. Yo he querido, lentamente crear un rostro de mujer en el que otras personas, mujeres, hombres, ancianos, se reconozcan.

Recordé mucho el libro de C. Millet: La vida sexual de Catherine M. ¿La tienes como referente literario? ¿A qué otras autoras?

Mmm, sí leí a CM y me gusta mucho su trabajo, es inteligente, audaz, intenso. Pero he leído mucho los clásicos, Sade, Choderlos de Laclos, Pauline Réage, curiosamente, son casi todos franceses, ¿por qué?...  porque los franceses, desde Diderot y su religiosa, tienen una fascinación por el pensamiento libre… sí, creo que es eso.

Si bien planteas el libro como escenas de la vida sexual, pienso que solamente al principio se cumple esa primicia, en los dos o tres primeros textos, y luego te insertas en narraciones extensas y con otro nivel de profundización, en donde lo erótico pasa a segundo plano y trabajas más que nada relaciones de poder, infancia, sentimientos como el amor, etc. ¿Es lo erótico una vía de trabajo para acercarse a otros planos de la realidad?

Nadie puede hacer nada contra su carácter. Es cuestión de personalidad. Lo erótico me ha llevado a indagar otros temas, a cerrar ciclos sobre una reflexión sobre el cuerpo, su rol social, su capacidad de trascendencia. Este libro se parece y a la vez es muy distinto de El último cuerpo de Úrsula

¿En qué proyectos trabajas actualmente? ¿Qué publicarás este año?

Estoy por publicar una reedición de El último y luego sale Ellos dos en México… En setiembre Aquella imagen que transpira en España y México, con las mismas editoriales que Erótika

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Erótika
Patricia de Souza
Jus, México, 2008.
Barataria, Barcelona 2009.