The Barcelona Review

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La zanja

(Denes, XII Premio César Simón, 2015)

NURIA RUIZ DE VIÑASPRE


 

 I 

PÁJARO LITÚRGICO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

 

rara avis que estás en los cielos
santas heladas sean tus alas
vengan a tierra tus huesos
hágase tu fuerza en volutas
así en la tierra como en el infierno
la sed nuestra diaria la apagarían tus labios

     bla
             bla
                      bla

que nos libres del bla
perdona la carne deudora y cuanto circunda al pecado
no nos dejes caer en tu abismo
todo horror y toda gloria
por los ciervos de los ciervos
amen

 

 

II

el cerebro es una selva infranqueable
Ramón y Cajal

 

imagenLas manos están en la cabeza. El cuerpo en el que transitamos la vida está en la cabeza. Los pies están en la cabeza. El sexo está en el hipotálamo. El deseo y el amor también residen en estas zonas del cerebro. Por lo tanto, el corazón también está en la cabeza. Me pregunto si podríamos vivir sin cuerpo. Sólo con cabeza. Allá donde todo es una construcción abstracta. Una preciosa representación mental en la que se repiten momentos emotivos momentos emotivos momentos emotivos momentos momentos momentos emotivos. Entonces pienso en el cerebro. En sus capas. Allá donde el verbo y la acción de olvidar es enviar lo olvidado al nivel diez en la memoria. Estratosferamos para dejar espacio en el nivel uno. Todo se olvida pero nada se olvida todo se olvida pero nada se olvida. Y esta gestión, esta actividad, ocurre a espaldas nuestra. Allí donde una cucharada de albañiles edifica la razón.

 

III

 

Dentro de cualquier Atlántico hay una piscina iluminada. Una zanja cuyo fondo es fango y ciénaga sin más vida que su sombra cuando el sol se inclina. Sigo los pasos del mapa. Pero olvido el mapa. Encero el suelo de barro y escribo sobre lo que no sé hablar. No. Escribo sobre la que no sabe hablar. Un yo denso de hábito arbustivo. Ese yo que no es más que una cepa rarificada sin ese que no se sabe. Hablar. Una pequeña palabra. Un . Un no sabe. ¿Qué no sabe? Leer el mundo. No sabe leer posos de piscinas. Ver su carácter al fondo. Hay tres filas de dos puntos al horizonte. Tres puntos en vertical debajo. Debajo estoy yo... Soy la que no sabe hablar. Hablar dentro del no hablar. Que es lo mismo que hablar para no escribir por ejemplo que escribo dentro del no escribir. Un cuaderno donde plagiar espirales idénticas. Patrones. Patrones del que sigue mi mano primera. Un boj. Dos boj. Tres boj. Patrones concluyentes. Dentro de la zanja hay un lobo enganchado a mi nuca. Eso sí es un patrón concluyente. Borra mi cabeza porque ya soy otro cuento dentro de este cuento. Grita. Blancanieves está preparando una tarta. Ella dice que escribir es el gerundio de un enano. Más lejos no hay fonética. La vida es un borrador. Un boceto calvo en el que plantamos un boj. Dos boj. Tres boj. No hablo. No me gusta hablar. Mientras, la voz del me da vueltas al yo. Escribo que soy la que escribe sobre aquello que no sabe hablar. No. Sobre aquella que no sabe hablar. Escribir que no se sabe si no escribe. La vuelta al yo. Un yo que escribe para lavar a mano las palabras. Palabras pequeñas como . Pro-nombres que pronombran depósitos de agua. Escribo para restaurar el orden. En-cubierta. Camino en cubierta sin voz. Camino y el pasado camina conmigo y es un tiempo mononucleado. El grito está vivo. Hace mucho tiempo allí no había nada. Aquí el miedo me mantiene ilesa. Mientras, Blancanieves destruye la métrica con sus manos macrófagas. El fin anunciado de toda escritura... a mano.

 

IV

 

me he quedado dormida en el centro de mi bosque
y ahora yo no soy yosoy tampoco

 

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El temblor y la ráfaga

 

I

recogeré hojas para ti
hojas de generaciones pasadas que serán nuestro presente
y mientras te digo esto
un avión grita sobre la casa
y lanza un fardo de pájaros sobre una tierra sin hojas


II

el amor es ortopédico
porque es susceptible de ser desmontado


III

siempre hay algo que quieres a tu lado y que no está
hagas lo que hagas
decidas lo que decidas
siempre hay ese algo revoloteando con su ausencia
como si todos esos algo fueran una bandada de pájaros
que ya no están en aquel quieto mundo en el que anidaro


IV

Poema de amor o Ley de Talión

habría que escribir libros blancos
ya no sirven las palabras
o por el contrario
escribir
libros como bombas
y salir a bombardear el mundo.

 

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pensatorium (2014)

 

 

qué rara intimidad volver a besar el quicio
de tu desquiciada boca

 

II

quiero un mundo que sea capaz
de morir por una coma
rezó la lengua

 

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Tabula rasa (La Garúa, 2012)

 

I

 

pianoboe
díptico musitado y tríptico amor amurallado
oboeres el amor monódico de este mundo
tesitura que iniciaba al oboísta
tu boca es un jardín de dientes altos 
como ese clave mundoamor
al que le llueven romanzas arias 
y viento mucho viento
y ahoras y compases y demás frugalidades


II

medir la arquitectura de su boca
fue como entrar en un salón de baile de mazurkas
sala atrincherada de columnas afiladas


III

el verbo se vuelve carne
como carne se vuelven las cartas
y carne los testamentos
hasta que la soledad de esta carne sin tu carne 
se hace abrupta cordillera
quedan las alas de muertos sin carne
y un des-abrazo que extinga tu cuerpo
allí el aire es rígido
y los caballos hinchados en los campos 
auguran que tu noche está próxima

 

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Tablas de carnicero (Luces de Gálibo, 2010)

 

I


in crescendo
la paz que venía de los ojos del buey...
Clarice Lispector

 

la paz que venía de los ojos del buey-prado
el peso del amor que venía de
la paz que venía de los ojos del buey-prado
el disparo que atraviesa el peso del amor
que venía de la paz que venía de los ojos del buey-prado
la apilada carne tras el disparo que atraviesa
el peso del amor que venía de la paz
que venía de los ojos del buey-prado
la mosca-novia que acribilla la apilada carne
tras el disparo que atraviesa el peso del amor
que venía de la paz que venía de los ojos del ahora buey-muerto

 

II

nos endurecemos a todo aquello
a lo que nos acostumbramos


saben que van a morir
devoradas por otras bocas
pero no por ello apartan su mirada melancólica
cuando observan embobabas pasar un tren
que parte en dos el Mundo bajo una lluvia lenta
¡qué melancólica es la mirada de una vaca que no huye!
se parece tanto a la mirada de un niño…

 

 

III

¿por qué razón habrá el caballo
de parecernos siempre desnudo,
y no el ganado vacuno?

no la toquéis más
no despellejéis la costumbre de su traje
su cuerpo es hoy el tesoro
que exprime la mano más cobarde
esta res que yace a vuestro lado
lleva su futuro despedazado
en alguna pradera o calle bombardeada
soltad sus pequeños trozos de carne
saltando por los aires
soltadlos

 

IV

 

nunca aprendimos la diferencia
del destino de la cuchilla que disecciona
nos pasamos la vida construyendo mesas de carnicero
sobre el esbozo de nuestras propias mesas de comedor
¡qué gran fiesta de comensales vacunos!

 

V

si los mataderos fueran transparentes,
acabaríamos todos siendo vegetarianos
Paul McCartney

aquella vaca tenía la fuerza
de un gran barco encallado
en el océano enfermo de una vitrina
y ahora
ahora se extingue sola
suspendida dentro de ese cristal en equilibrio
pobre vaca ciega

 

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© Nuria Ruiz de Viñaspre para TBR 2016

foto/portadaNURIA RUIZ DE VIÑASPRE. Poeta y editora. Trabaja como editora en el Grupo Anaya y dirige la Colección eme (Escritura de mujeres en español), de Ediciones La Palma. Ha participado en Encuentros Nacionales e Internacionales como el Coloquio Le créateur et sa critique de la Université Lumière Lyon 2 (Instituto Cervantes, Lyon, Francia) en la edición de 2013 y el Seminario Internacional Espacios de infancia, espacios de exilio, en colaboración con la Universidad de Jaén y Sorbonne Nouvelle–Paris 3 (Jaén, 2013). En 2004 ganó el XX Premio de Poesía Ciudad de Tudela (Navarra) y en 2014 fue galardonada con el Premio Racimo 2014 de Literatura. En 2015 se alzó con el XII Premio de Poesía César Simón con su última obra, La zanja.
Títulos publicados: El mar de los suicidas (Huerga y Fierro, 1999), Desvaríos subterráneos (Devenir, 2001 y Editorial Globo, 2001), El campo de tus sueños rojos (Mañana AC es Arte, 2003), Ahora que el amor se me instala (CELYA, 2004), La geometría del vientre (Poesía eres tú, 2008), El pez místico (Olifante, 2009), Tablas de carnicero (Luces de Gálibo, 2010), Órbita cementerio (Luces de Gálibo, 2011), Tabula Rasa, junto a Ana Martín Puigpelat (La Garúa, 2013), Pensatorium (La Garúa, 2014) y La zanja (Editorial Denes 2015), que resultó ganador del XII Premio de Poesía César Simón, (Universidad de Valencia, 2015).


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