The Barcelona Review

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Reseñas

 

La ciudad blanca Karolina Ramqvist

La vida en tiempo de la paz Francesco Pecoraro
La casa grande Rosana Acquaroni
Poesía completa Ingeborg Bachman

 

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EL FRÍO DE LA AUSENCIA


portadaLa ciudad blanca,

Karolina Ramqvist,

Anagrama, 2017.

 

Un thriller sin llegar a ser un thriller. Una novela psicológica sin ser exclusivamente una novela psicológica. Quizá si hay algo que podamos destacar entre las características más notables de La ciudad blanca, de Karolina Ramqvist (Anagrama, 2017), es la consecución de una atmósfera que, con apenas altibajos, se prolonga durante toda la obra y que mantiene al lector consciente en medio de una escenificación que juega con el drama y la incógnita. La nieve, permanente, que todo lo rodea, transmite una insoslayable sensación de frío. Porque el frío exterior de un espacio –casi abstracto- en la Suecia invernal no deja de ser sino el trasunto de la frialdad que embarga la vida del personaje principal de la trama, Karin y de su bebé, Dream.

     Karin es una mujer que, por circunstancias del destino o del destino elegido, se queda sola. La salida de escena de John, su hombre, previa al inicio de la novela, deja a esta madre primeriza, en el más absoluto desamparo. De la lectura se colige que el resultante de esa soledad es producto de las decisiones poco visionarias de la protagonista. Karin es o era de ese tipo de mujeres que centra su vida en la de su pareja de forma que la del segundo anula a la primera. A partir de ese momento, todo se basa en la voluntad de él, en sus amistades, sus circunstancias, su entorno. Eso creó en ella una sensación de seguridad y protección que la convirtió en una persona distinta pero mermada, y al final, ya no es lo que era, sino aquello en lo que se ha transformado: “(…) una sensación de seguridad que ni le avergonzaba ni le asustaba, más bien veía el cambio como la prueba concluyente de que se había convertido en otra persona. Se había liberado de todo aquello que el mundo normal le había inculcado y había elegido algo nuevo.” Seguridad o pereza, siempre es más fácil que otro haga por ti. Desaparece su vínculo con el mundo pero el mundo continúa.

     El problema se presenta cuando la ausencia de John vacía de contenido la vida irreal que Karin llevaba y que, para más inri, estaba confiada a un sujeto fuera de la ley. Desposeída de bienes y recursos, la protagonista busca en el entorno creado a su alrededor por aquél la ayuda para subsistir y encuentra que  ese círculo se ha desvanecido entre la indiferencia y la hostilidad. Mientras disfrutaba de una cómoda existencia, hizo la vista gorda a la conducta delictiva de John que era quien les proporcionaba lo necesario para la misma. En cierta forma, la situación actual es producto de sus omisiones. Y es ahora y no entonces cuando los temores comienzan a tomar un rostro perceptible: “No es verdad que aquello que más nos preocupa no vaya a suceder. Al contrario, es muy probable que suceda.”

     Ramqvist logra crear un ambiente sórdido de interiores y exteriores que, por momentos, transmite al lector una sensación claustrofóbica. Es fácil imaginarse la casa enorme, casi en penumbra que le va ser arrebata a Karin. Igualmente, la carencia de todo, la falta de dinero y ese ininterrumpido nevar,  incrementan la angustia de la protagonista y la empatía hacia ella. Pero eso sólo ocurre en parte. Todos los personajes que aparecen en la novela, incluido el principal, presentan unas actitudes ambiguas cuando no carentes absolutamente de ética. En el ambiente flota una presunción de culpabilidad que no parece dejar indemne a nadie Es esto lo que al final convierte cualquier juicio exoneratorio en dudoso.

     Y para lograr todo ello, la autora sigue unas pautas formales que contribuyen positivamente al éxito de la novela. La frase corta, el lenguaje sencillo, la descripción minuciosa –a veces casi innecesaria- de cada acción, de cada movimiento, permiten saborear la vida real, los detalles. Unas gotas de agua, unas motas de polvo. Esta ralentización intencionada ahonda en la psique en descomposición de Karin, en su preocupación creciente por su supervivencia y la de su hija, incluso en sus intenciones, siempre cuestionables. Ramqvist consigue que consideremos importante tanto lo que se cuenta como lo que no se cuenta. Porque el pasado sólo se presupone y el futuro se intuye. La única certeza es el presente desesperado de la protagonista y su hija. La autora consigue transmitir que el poco tiempo en el que transcurre la acción se enfoque desde cualquier ángulo.

Antonio Reseco

 

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portadaFrancesco Pecoraro
La vida en tiempo de paz
Periférica, Cáceres, 2018
Traducción de Paula Caballero y Carmen Torres

 

La editorial Periférica se ha decidido por fin a traducir y publicar una novela que venía dando tumbos por las editoriales de este país desde hacía años, y por suerte para todos lo ha hecho poniendo un texto extenso, denso, sutil y delicado en las capaces manos de las traductoras Paula Caballero y Carmen Torres. El libro de Francesco Pecoraro es una brillante novela-ensayo: profunda, torrencial, con vocación de absoluto. Una de esas novelas que, escrita en inglés, habría devenido un clásico instantáneo. Dada la ausencia de una verdadera trama, se hace difícil resumir el argumento. Brevemente, el marco es el siguiente: estamos en el año 2015 y el ingeniero Ivo Brandani se dispone a viajar desde la ciudad egipcia de Sharm el-Sheik a Roma. Los capítulos alternan dos planos narrativos: por un lado, el viaje desde Egipto a Italia; por otro, el recuento hacia atrás de la vida del protagonista, desde los años más recientes hasta la infancia. Brandani reconstruye sus sesenta y nueve años de vida en un intento, por un lado, de dar cuenta de sí mismo y, por otro, de inspeccionar el sentido del mundo y los cambios que en este se han producido entre la década de 1950 y los primeros quince años del siglo xxi: el abanico vital de una generación que no ha conocido la guerra y que ha habitado un mundo sometido a una aceleración desconocida hasta entonces. El concepto de cambio, del paso de lo natural a lo artificial (la muerte del estado natural de las cosas y el intento desesperado del hombre por aprehenderlas y recrearlas) vertebra, a modo de alegoría, la práctica totalidad del relato. Una novela valiente, amarga, sincera, antiirónica, que reta e incluso incomoda al lector por la brutal sinceridad —en ocasiones rozando el nihilismo— con que el protagonista enjuicia su vida y el mundo. Los temas abordados son múltiples y en todos ellos se demuestra una erudición notable: la física y los aviones, la posnaturaleza y el fin del mundo, la geopolítica y las diferencias Norte-Sur, la guerra y la paz, el terrorismo, la familia, la decrepitud, el sexo, la religión, la oposición entre teoría y acción, el desencanto hacia la vida vivida… Ideas al margen, la novela es un festín estilístico y temático: cada observación provoca una retahíla de pensamientos y de manifestaciones de la conciencia del protagonista, todo ello narrado con una atinada mezcla de distintas técnicas: la narración pasa sin complejos del monólogo interior a la tercera persona, de la introspección al alejamiento analítico y, pese al énfasis puesto en el estilo, el personaje de Ivo logra darnos una impresión compleja y humana; en cierto sentido es un personaje-tipo, sí, pues el autor lo erige en símbolo de toda una generación, pero al mismo su personalidad queda perfectamente apuntalada por el desarrollo de la trama. No estamos de acuerdo con la opinión de algunos reseñistas, que han dicho que se trata de una gran novela sobre la historia reciente de Italia; es una gran novela sobre la historia reciente de Occidente.

David Paradela López

 

La ciudad blanca Karolina Ramqvist

La vida en tiempo de la paz Francesco Pecoraro
La casa grande Rosana Acquaroni
Poesía completa Ingeborg Bachman

 

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Lo no dicho


portadaRosana Acquaroni
La casa grande.

Bartleby, Madrid, 2018.

 

Rosana Acquaroni  además de poeta es profesora de español para extranjeros desde 1992 en la Universidad     Complutense de Madrid y grabadora.
     Su obra cuenta con premios como el accésit al Premio Adonais en 1987 por su libro El mar bajo los puentes o el Premio de poesía Cáceres Patrimonio Mundial en 1995 por Cartografía sin mundo.
     El que tenemos hoy entre manos es su sexto poemario después de unos años de silencio.


De la casa grande
solo recuerdo aquel armario blanco
encallado en aquel largo pasillo
como en un río encajonado y pedregoso
.
     ¿Qué recordamos nosotros de nuestra casa de infancia? Siempre la recordamos grande como un territorio a veces hostil y tantas veces escenario de juegos, castigos y disputas, poblada de personas que ahora cuando miramos atrás ya no están.
     El pasillo de la casa de Rosana Acquaroni es como un río encajonado y pedregoso. Este adjetivo nos conduce de inmediato a la idea de dificultad que es la que tenemos cuando caminamos por un terreno lleno de piedras. ¿Era difícil caminar por esa casa perdida en el recuerdo?
     La casa grande es la casa de la infancia de la que parte la poeta para explicarnos quién es ella, de dónde viene y también cómo ha llegado hasta aquí. Pero este poemario no puede ni debe leerse como una confesión sino como un ejercicio de memoria y análisis. La niña que fue mira con los ojos de hoy un pasado a veces doloroso y difícil en el que la madre presente y ausente es el punto de referencia y a veces el punto de fuga.
     La madre víctima como tantas otras mujeres de una etapa histórica oscura y siniestra de posguerra y dictadura en la que todo estaba prohibido o era pecado con esa manipulación religioso-política en la que faltaba el aire . Etapa larguísima que dejó el tiempo en suspenso y cayó como una losa en las vidas de todos y más en la de las mujeres.
     La madre que la abandona cuando la internan en un sanatorio. La niña ve su partida:

Entrada ya la noche
llegaron comisarios oliendo a cloroformo.
Nieve en sus uniformes.
Dejemos que se vista.

     Fijémonos en la palabra comisarios que remita a una idea de represión, no son enfermeros, son comisarios y como tales van a ejercer la violencia inherente a su cargo.
     Los ojos de esta niña son los mismos de otra niña, poeta también,que vio como un día salió su madre de casa con unos hombres vestidos de blanco. Elizabeth Bishop, la gran poeta norteamericana , nunca fue capaz de poetizar el dolor de esa pérdida  más que de forma indirecta en su poema “Sextina”.

 

La abuela canta la maravillosa estufa
y el niño dibuja una inescrutable casa


     La casa es inescrutable en el dibujo, es decir, que no se alcanza a comprender como muchas de las cosas que suceden en La casa grande.
     La niña crece y tiene veinte años cuando visita a su madre por primera vez en el hospital psiquiátrico Camilo Alonso Vega en la carretera de Colmenar cerca de Madrid, lugar donde encuentra mujeres tuteladas/desnacidas.
     Y también existen en esa casa grande los secretos familiares del tálamo escindido/de camisón secreto.
     Esa voz poética que se esconde en el fondo del cuarto necesita saber, encontrar respuestas a través de los objetos de la mesilla del dormitorio y que son metonimia de los sueños, deseos, sentimientos.


Lo que más me gustaba
era hurgar en el cajón de tu mesilla.
Tropezar con aquel inventario de cosas inservibles.
El pastillero roto,
la cajita de nácar con mis dientes de leche,
negativos sin fotos.

Escenas ya vividas
por la mujer que fuiste en otro tiempo
y que yo me empeñaba en comprender.

 

     El libro se divide en cuatro partes con poemas escritos en primera persona y en un tu expresando un diálogo con la madre a la que se interpela.
     En la primera parte tenemos el mundo de la infancia
     La figura central de la segunda parte es la madre. En la tercera se reflexiona sobre la memoria, la desmemoria, la locura y en la cuarta parte la lluvia es la antesala del recuerdo.    Agua que corre y limpia.
     Libro denso, sincero y magistral. Léanlo no les defraudará.
M C Montagut

 

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Un acontecimiento literario


portadaIngeborg Bachmann.
Poesía completa.
 Traducción de Cecilia Dreymuller.
 Editorial Tresmolins, Barcelona, 2018.


Ingeborg Bachmann es una escritora austriaca que cultivó la poesía, la novela, el relato, el ensayo y el teatro radiofónico. Es la primera vez que se presenta traducida al castellano su obra poética completa y lo hace de la mano de la crítica alemana, afincada desde hace muchos años en Barcelona, Cecilia Dreymüller que ha hecho una labor destacable.
     Desde muy pronto la crítica situó la obra de esta escritora a la altura de los grandes poetas alemanes como pueden ser Hölderlin, Novalis o Rilke.
     Su primera publicación poética El tiempo aplazado es de 1953 que fue muy bien acogida a pesar de ser un primer poemario. Tres años más tarde publica Invocación a la osa menor que es su segundo y último libro de poesía. Son años difíciles para la literatura en alemán después de los años de la segunda guerra mundial.
     Bachmann es una autora periférica, es austriaca nacida en Klagenfurt, donde vivió su infancia, adolescencia y primera juventud. La ciudad era una ciudad industrial de provincias alejada de los centros de cultura. A los diecinueve años deja su ciudad natal para, tras un periplo por algunas ciudades de su país, instalarse en Viena donde realiza sus estudios que finaliza con una tesis sobre Heidegger.
     La poesía de Bachmann es una poesía de introspección filosófica y de reflexión moral tras una época dolorosa en la que el nazismo impregnó no solo la política y la vida social sino también el lenguaje que intenta en su poesía despojar de toda referencia al lenguaje de esos años para volver a explicar el mundo tal como es. A pesar de ser una poesía que explica el dolor y la muerte hay también un rayo de esperanza aunque sea difícil encontrarla.

 

Detrás del mundo habrá un árbol,

un fruto en la cima

con piel de oro.

¡ Miremos hacia allá

cuando en el otoño del tiempo

vuele hacia las manos de dios!


     En su poesía hay también una búsqueda de lo absoluto tal como hacía en la suya Paul Celan con el que Bachmann mantuvo una relación complicada.
     Trascendencia, dualidades amor/odio, bien/mal y el lenguaje como territorio de significados y de simbolización son los pilares sobre los que se asienta su poesía.
     Esta publicación recoge poemas desde 1948 hasta 1967 ya que se incluyen los dos únicos libros publicados además de unos primeros poemas publicados en revistas y unos últimos poemas que nunca formaron un libro concreto.
     Saludemos esta publicación que viene a llenar un hueco en la presencia de Ingeborg Bachmann en castellano aunque ya la misma Dreymüller junto con Concha García había publicado en 2001 Invocación a la osa menor. La presente edición comprende la totalidad de la poesía y eso es algo único.
M C Montagut

 

La ciudad blanca Karolina Ramqvist
La vida en tiempo de la paz Francesco Pecoraro
La casa grande Rosana Acquaroni
Poesía completa Ingeborg Bachman

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© TBR 2018 


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