biografía del autor

imageClaudia Apablaza

DIARIO DE LAS ESPECIES

 

 

 

Visualizaciones de perfil: 121
Perfil: Mujer, 27 años

 

 

PLAGIO A VILA-MATAS

            sábado 22 de octubre
             9:30 AM

Por desgracia, la primera semana de mi estadía en Barcelona fui a parar a un hostal en la Carrer de Gignas, en el barrio Gótico, atrás del Correo. En el que compartía habitación. Es decir, la habitación propia de Virginia Woolf se había ido a la mierda, y con eso tal vez toda una ola de mujeres que escriben desde esa habitación imaginaria. Tal vez incluso, con ese sólo gesto, la editorial que dirige Marisol Vera en Santiago: Cuarto Propio. ¿Dónde están las habitaciones propias? De esto va esta ponencia, de mi Cuchitril propio. Lo perdí durante el transcurso de una semana. Y qué decir de la buhardilla de Vila-Matas (estaría semanas aquí hablándoles). A él ya le había enviado mi libro de relatos recién publicado en Chile, con esa sensación de ridículo que me tuvo cogida algunas semanas, pero que luego abandoné por ilusa, por ingenua:

22 de Julio de 2006

Estimado Enrique:

Espero que se encuentre muy bien. Tal como quedamos le envío mi primer libro de relatos: Profana. Ya le comenté en el email anterior, que la crítica chilena ha sido muy diversa en cuanto a este libro (más bien bastante cruel), llamándolo no-literatura, juego de póker, relatos virtuosos, cuentos intelectuales, y todos los otros calificativos que ya le comenté en el email anterior. Debo confesarle también que la sensación de ridículo que me produce enviarle mi libro se ha ido acrecentando con la lectura de París no se acaba nunca. Me ha servido mucho para pensar en el siguiente texto que escribiré. ¿Cree que este gesto es un plagio? Digo por la cercanía en el tiempo y espacio de la lectura de su libro y mi escritura.
       El gusto que me producen las correspondencias e imaginar que estaré en esa galería imaginaria que usted debe tener de “jóvenes latinoamericanos que me envían sus libros”, traspasa todo intento por detener este ejercicio.
       No le vaya a parecer extraño ver en los escaparates de Barcelona una Asesina Ilustrada II. Lo he estado soñando desde hace más de una semana. Desde ya le pido mis disculpas, pero no puedo dejar de tomar muchos elementos de su novela.
       Espero que estemos en contacto
       Un abrazo,
       A.A.

Esa novela de la que le hablaba a Vila-Matas la había comenzado en Chile con la siguiente idea: Quisiera escribir una novela acerca de la “frecuencia de los sintetizadores”. Uno siempre tiene un padre adoptivo. Bien, él cumplía esa función por esos días. También uno siempre tiene, antes de comenzar a escribir una novela, una frase en mente y desde ahí se desarrolla, se despliega.
       Llegué a Barcelona y la comencé. Él estaba en primer plano. Como un personaje, una figura elemental. El ruido de los sordomudos me fue ayudando a borrarlo de mi cabeza. A eliminarlo. Ese ruido es más fuerte que cualquier cosa. Un escritor más que cae por las fauces de mi cañería. Y que cae por las fauces de su propia cañería virtual, y que seguro no la controla. Se lo devora. 
       ¿Qué es la frecuencia de los sintetizadores? La frecuencia de los sintetizadores es la frecuencia que nos entregan los sintetizadores de música. Más bien, el dibujo de esa frecuencia en mi PC. Este registro, como cualquiera que uno encuentre en cualquier lugar, es un registro digno de ser usado como forma precisa de consecución del tiempo, de la vida, en última instancia. Ahora que Fer (mi ex-novio) se va a Nueva York, puedo escribir acerca de la frecuencia de los sintetizadores. Se va a un laboratorio de música por unos meses. La mejor forma de imaginar la realidad y la vida es mirar la frecuencia de los sintetizadores, me dijo una tarde. ¿A qué te refieres, Fer?
       Y, bien, vimos cómo es que cambian los dibujos a medida que la música cambia. Cada sonido tiene un registro. Nunca se ha repetido un registro en toda la historia de la música.
       Se dibuja en la pantalla del PC una línea que perfectamente puede representar la espacialidad cortada por las líneas de los sonidos. Como flechas. ¿No es esto mismo la vida?, me dijo Fer. Bien, puede ser algo similar. Pero no seas tan cruel, Fer. Duele ser un pedazo de línea dibujado en un PC. Da igual, A.A. Ya sabes que Wilheim Reich decía algo similar y fue expulsado de la Academia de Psicoanálisis. ¿Recuerdas que dijo que el orgasmo se podía dibujar y medir? Sólo son formas de mirar los objetos.
       Algo de esto entiende muy bien la niña de los sapos. Ella sabe acerca de la frecuencia de las aguas. La corriente del agua cambia dependiendo de las estaciones del año. Su frecuencia se muestra irregular en los inviernos muy cálidos. En los veranos, el agua se atasca. En primavera, el flujo de agua es constante y los sapos se reproducen por montones. Así ella está feliz. El invierno es el momento en que la niña sufre con mayor intensidad. La corriente la engaña y los sapos no vienen en los mismos intervalos. Ella los espera, ellos no aparecen y ella se pone a llorar.
       Llegué a Barcelona y me re-planteé la idea del plagio. ¿De verdad pensaba que trabajar con La Asesina Ilustrada era un plagio a Vila-Matas? ¿Cómo hacía calzar la idea de la frecuencia de los sintetizadores con mi admiración (digamos estúpida e ingenua devoción) por Vila-Matas? Bien, se lo pregunté. Un segundo email molestándolo:

Estimado Enrique:
       Disculpe que vuelva a molestarlo, pero dígame ¿qué piensa del plagio a escritores? ¿Ha plagiado usted alguna vez? ¿Ha deseado a la mujer de algún amigo escritor? (que en definitiva es lo mismo que plagiarlo).
       Y, segundo, ¿ha escuchado usted una teoría que circula acerca de la frecuencia de los sintetizadores y la escritura? Y si la ha escuchado, ¿cree en ella?
       saludos cordiales,
       A.A.

Me dijo que él no trabajaba nunca con esa herramienta, pero me instaba a mirar su Asesina Ilustrada bajo ese prisma. Como diría la Duras, me dijo: Deconstruyendo el texto. Lo deconstruye y ve la frecuencia de La Asesina y, luego, con ese molde, escriba todo lo que quiera escribir. Yo seguí a la Duras, usted siga lo que me dijo Duras. La deconstrucción en más de una lengua. ¿Tiene usted la nostalgia de alguna lengua? Siga esa nostalgia, captúrela. Todo se aclarará.
       Saludos y escriba.
       Vila-Matas, Enrique.

 Deconstruir La Asesina ilustrada. No lo dudé. Él me dio la respuesta. Además, me envió un email instando a que lo hiciera. Me fui a la biblioteca. Agarré el libro. Lo pedí prestado por un mes y comencé. Un mes de trabajo de deconstrucción. Todas las mañanas a las nueve de la mañana en la biblioteca. Deconstruyendo. ¿Qué es eso? La verdad es que me fui enterando en el camino. Deconstruir un texto es en definitiva transformarse en él. Ser él de una vez.
       Fue también en el camino de esa deconstrucción donde comencé a quedarme hasta cuando cerraban la biblioteca. Incluso un poco pasado. Ya no quería volver a dormir a casa. La biblioteca me entregaba el hogar preciso de la deconstrucción.
       Después de un mes de trabajo quedaron los huesos de la Asesina Ilustrada, más bien algunas partículas o sílabas sueltas. Sonidos puros. Sonidos. ¡Bulla! Una bulla mental que me perseguía. Para donde fuese estaba. ¡Bulla! ¡Bulla mental! Ahora bien, ¿esa bulla seguía siendo de él? ¿Esa bulla era de Vila-Matas o era mi bulla? ¿O esa bulla se me había traspasado y no era más que el sonido de las mujeres de los amigos de Vila-Matas que éste miraba con pasión? ¿O de mis vecinos sin lengua?
       Bien, había que tomar una respuesta rápido. La gran biblioteca no iba a sostener a una mujer-bulla. Me expulsarían si seguía con esa idea. Mejor ordenarme y seguir siendo parte de la gran biblioteca, para que no me devolvieran al manicomio de mi país. Me dije: esa bulla la descubrí yo en mi ejercicio de deconstrucción, por lo tanto esa bulla es mía. Lo que haga con esa bulla, también será mío. Es decir, no soy una plagiadora. Es decir, puedo estar en la gran biblioteca por un tiempo más sin que me expulsen. Este será mi cuarto propio por algunos años. Cada uno debe encontrar el suyo. Puedo además ser amiga de mis vecinos, los sordomudos, sin pedirles explicaciones. Amar sus lenguas. Tener nostalgia de ellas cuando no los vea.
       Eres una maldita y ociosa, me dijo un hombre que se paseaba todas las tardes por la biblioteca. Ok. Lo soy. ¿Qué quieres que haga?
        Antes de seguir. ¿Por qué ese libro?
       Realmente es el único libro que me ha causado un miedo profundo. Sientes que es un desafío leerlo. ¿Morirás si lo terminas? El que lo lee morirá, dicen las instrucciones.
       Mientras lo leía tuve que recurrir a inventarme una cábala para no morir. Leer este y luego leer de inmediato otro. Así la conjura de muerte se anula en mi cabeza. Terminé de leerlo y tomé Atentado, de Amélie Nothomb. La conjura dio resultado. No morí ese día. Pero se instaló otro proceso: El proceso Nothomb. Fui cobarde. Pero bien, descubrí otras conexiones de mi biografía.
       ¿Qué quedó luego de esa deconstrucción? Como dije, un sonido en mi oído, pero un sonido particular, que me llevó a otro sonido, esta vez sexual. Había que convertir el sonido inicial en otro. Quedó finalmente el sonido de los altoparlantes de la biblioteca que me decían que saliera, que estaban cerrando, que todos los que estábamos adentro debíamos salir de ahí. Eso me excitó. Dije: Esta es la mía. Me quedaré adentro. Me fui a los lavabos. Ellos pensaron que yo había salido de la biblioteca. Una hora después, todavía yo estaba metida en los lavabos. Tendría toda una noche para leer y también para repasar una y otra vez las galerías de libros. Releer la Asesina ilustrada, releer a la Nothomb. Adoptarlos como mis padres adoptivos. Amarlos en los anaqueles. Matarlos luego, por tristes, por dependientes, por incapaces de dejarse caer en el espacio virtual sin riesgos.
       Del ejercicio de deconstrucción, sólo quedó ese primer murmullo que me repetía a mi misma como una canción, que es, definitivamente, similar al ruido sin lengua que emiten mis vecinos los sordomudos.  Finalmente quedó el recuerdo de pasar una noche completa en la biblioteca y pasar además muchas más, casi todas mis siguientes noches (hasta hoy) en la biblioteca. Pasar en el cuchitril. De los anaqueles me fui con diez libros a los sillones de lectura. Escogí diez. Sentí un pequeño ruido. Uno más intenso. Un pequeño dolor de estómago. No estaba sola. Otro ruido y unos pasos. Primero salió uno y fue muy amable. Me dijo tan solo: Hola. Luego dos, tres, seis hombres en la biblioteca. Cada uno caminando hacia los sillones de lectura con libros en la mano y diciéndome hola. Rostros que no conocía. Silencios que no conocía. Nadie me rechazó. Eran los hombres que pasaban todo el día en la biblioteca, seguro desempleados, algunos poetas, pensaba. Todos en silencio. Construyendo, reconstruyendo, dejándose construir.
        Bien, recapitulo. Plagiar a Vila-Matas se me puso en la cabeza como cábala de mi supuesta autobiografía exacta. Luego decidí asesinarlo por incompetente virtual. Supe que mi autobiografía se asemejaba más a la bulla nocturna de la biblioteca y a la angustia que sentía por mis vecinos sin lengua. Ellos me hablaron directamente de mi autobiografía con sus gemidos, con su incapacidad de hablar. Comencé a creer en los murmullos y en el silencio. En los gemidos. De todo lo anterior, quedó un cuento porno, que subiré al post de la mujerdegoma. Está hecho de un ejercicio de deconstrucción personal y no del ejercicio que ese hombre falto de capacidad virtual me recomendó.
       Finalmente todo terminó en ese cuento porno y en el ruido de literatos nocturnos que tienen sexo entre anaqueles. Y va derivando en la sospecha de que comenzaba el Proceso Nothomb (mi proceso Nothomb) y en el encuentro definitivo de mi gran y único Cuchitril. Espero no equivocarme esta vez.

(23 comentarios)

 

Personajefrustrado dice...
       12:56 PM

Primero, A.A. no creo que hayas hablado con Vila-Matas. Menos que duermas algunas noches en la biblioteca. ¿No te parece absurdo? Además que esa idea sobre la frecuencia de los sintetizadores y su Asesina Ilustrada es un chiste ¿o no? ¿Te crees las ideas que te inventas? ¡Bien harían en auto-expulsarte! ¡¿Cómo saliste de tu país?! ¿No te detuvieron en el manicomio? La locura marca las fronteras.
       Segundo. Lamentablemente, a mí aún no me aprueban libros en las editoriales. Llevo récord de rechazo con mis amigos. Tengo treinta y cinco años y estoy con dos novelas bajo el brazo: Manos de piel y Mamá tiembla. Te pego una:

Estimado Personaje Frustrado:
       Agradezco su interés por someter la publicación de su obra XXXXXX a consideración de nuestra casa editorial, pero por el momento no estamos en condiciones de incluirlo en nuestra programación anual. Junto con esto, le comento que nuestro comité ha estudiado con detenimiento su obra y considera que no sea ajusta a nuestro programa editorial.
       Sin otro particular, se despide atentamente
       Andrés Facjo
       Director editorial

A.A. dice...
       16:07 PM
       Personajefrustrado, sabes que esa carta la he recibido más de seis veces y aún estoy de pie. Es un hecho menor. Bien, ya publicarás. Busca una editorial que no se distancie mucho de tu escritura. La historia de Vila-Matas no es necesario que me la creas, tampoco la de la biblioteca. Es como el psicoanálisis. No es necesario creer en el psicoanálisis para que te haga efecto.
                  
       Alter ego dice...
       16:50 PM

Doble Natura y A.A. creo que podemos ir al bar de Verdi con la Travesera. Las cervezas están más baratas. Ahora pago yo.
       Y qué bien eso del viaje del que hablamos. ¿Iremos?

Investigador 1 dice...
       18:08 PM

Mujer de ojos grandes. Le dejo una invitación. Escríbame a mi email y quedamos. Podemos ir por un café. Despejémonos. ¿Cuándo irá a la biblioteca? Anoche no la vi. Busqué sus ruidos, sus bullas, esas risitas de ángel.
       ¿Salió con sus amigas? ¿Son mujeres o son hombres? ¿Las puedo acompañar a ese viaje? Les dejo mi correo:
       investigador1@gmail.com
       Le tengo que confesar algo: Esa noche la vi en el estante de poesía. Estaba con ese maldito. También vi escenas sexuales.
                   ¿Hasta cuándo estará acá? Le adelanto algo que le va a doler: no soy escritor. Sólo soy un pobre oficinista que trabaja para departamentos de Historia de USA, como ya le dije. Un oficinista que no padece los males de ustedes, los tristes caballeros de la figura o los paseantes, los bartlebys. No tengo lugar donde dormir por las noches, nada más. Amenazan con echarme por eso. ¿Me ayudaría? A veces me las doy de escritor para permanecer unos meses más adentro, pero ya nadie me cree. Nadie me cree. No sé bien qué hacer. ¿Qué hay que hacer?
       Me paseo con libros de Pound y de T.S. Eliot bajo el brazo. A veces tomo a Li Po, pero nadie me cree. Me han sorprendido sacando cálculos. Les digo que son estructuras novelescas y que yo también soy una triste figura. Pero nadie me cree. Leo en los lavabos libros de cálculo, de física cuántica. A veces aprovecho y los leo durante el día. Ellos no me ven y puedo hacer mis ecuaciones. Lamento no ser escritor.

Limítrofe dice...
       19:02 PM

A.A., a veces intento descubrir por qué mejor no intentas plagiar a Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Eustasio Rivera. Una literatura latinoamericana, atenta a los límites políticos y sociales. El movimiento avanza y ya han muerto muchos gringos en nuestras fronteras.

Mexicanita dice...
       19:33 PM

Justamente iba a volver a postearte en el anterior para hablar un poquito de esto. Es que me va dando rabia cuando los escritores jóvenes hacen eso. Acá en México se acostumbra. Pero creo que no deberías haberlo hecho. Incluso casi soy capaz de hacer divisiones de escritores entre los que se acercan a los escritores mayores y los que se mantienen siempre distantes. ¿Para qué se acerca uno joven a uno mayor? En los cuentos que publicaste de tu último libro, te ríes de eso y yo también me reí de eso y todos mis amigos de acá nos reímos de eso y parece que no valió la pena reírse de eso. Y bueno, en definitiva, después que te publicaron en El Polemista, no sé, pensábamos que siempre te reirías de eso.

JoseDonOso dice...
       19:35 PM

Hay tipos un poco exaltados: los veo en este investigador. Seguro que lo de la biblioteca es otro de sus delirios.
       ¿No te parece suprimir sus comentarios?  ¿Y la Mexicanita? La señorita A.A. no debe dar explicaciones de sus risas y lamentos interiores.
       ¡Ay, su JoseDonOso la sufre desde lejos!
       La espero siempre, señorita. Y le creo que haya hecho un cuento con la deconstrucción de la Asesina... Le creo todo lo que habla, menos lo de la biblioteca. O no quiero creerlo.
       La espero. Su grande. Su sagrado.

Doble Natura dice...
       20:34 PM

Alter ego y A.A. me apunto.
       Un beso.

Arturo Belano dice...
       20:55 PM

Recibes sólo invitaciones. Bien, te invito a un Tensó. Te dejo mi msn.
       arturobelano34@hotmail.com
       Leopoldo María Panero en 1996 (aprox.) se batió en un Tensó con Claudio Rizzo. Busco nombres para poner a un Tensó virtual. ¿Se te ocurren algunos? No seas burguesa. Deja el papel, la impresión.

Anónimo dice...
       21:30 PM

       Come on along with the Black Rider
       We'll have a gay old time
       Lay down in the web of the black spider
       I'll drink your blood like wine

                                         Tom Waits

 

María Trasnacional dice...
       21:59 PM

Nena, mirá que este post está más o menos. O sea, tenés que tener cuidado con el plagio, nena, y con la policía de Barcelona. No sabés la cantidad de historias de los inmigrantes. Un amigo tiene un documental fabuloso. Lo puedes descargar de youtube. Ahora no tengo el link, pero busca: Inmigrantes Raval 2003, por Martín Jobes. Nena, es una joda, de verdad que lo es. Mirá. Es un robo, nena. Tenés que irte con cuidado. Supongo que sabés de los escritores encarcelados. ¿Lo sabés?
       Los polis de Barcelona son duros, nena. Te mandan de inmediato la carta de expulsión. Y bien, no son fantasías tuyas, es así.
       Concuerdo en la idea de que algunos escritores son ajenos al tobogán virtual. Aléjate de ellos. Se quedaron en el texto sobre texto. Busca la caída.

Anónimo dice...
       23:51 PM

Sois unos aburridos y perdedores. Sois unos ociosos. ¿Por qué no os vais a follar de verdad? Bien, cómprense unos preservativos. ¿Vale? Venden unos virtuales. Es decir, si queréis tener sexo por medio de webcam, tenés que comprar preservativos web. Es para que nadie más se meta en el acto. Los venden en www.sexovirtualysemantico.com
       Las instrucciones de uso no son complejas.

Toole dice...
       1:01 AM

A.A. me interesa la idea. Aunque no voy a entrar en esa lógica de lo ficcional y lo real. Bien por ti si te follas a dos tipos por noche entre los anaqueles de una biblioteca y logran ser texto. No voy a discutir si eso es real o no. O sea, vas bien si intentas despistarnos. Es el caso Piglia Forever (lo leí en un blog: lolitasasesinas.blogspot.com). También Vila-Matas, pero sabrás que entre ellos hay una suerte de pacto de sangre. Pacto delirante y textual. Hay escritores que practican el pacto de sangre y les va bien. Si hay otro escritor como tú ahora, agárralo y trabaja con pactos forever. ¿Has visto a escritores realmente amigos? No. Se distancian.

Oye, y ya verás que en Barcelona está lleno de Artistas. Todos se ponen en el Zürich y luego hablan cosas inteligentes y dicen: Merci, Proust, Pauls y la Woolf. ¡Qué asco! Son la inteligencia de la ciudad. Bien, ¿no te da miedo tanta “inteligencia”?
       Acá practicamos la inteligencia de la seguridad del estado. De ahí deriva todo de estos malditos inteligentes. Es un modelo que no existía antes. Es la imitación. Bueno, USA ya pobló al mundo y eso todos lo sabemos. El mundo entero es el intento de la imitación de la inteligencia norteamericana. Su simulacro. No sé quién imagina a quién aún. Eso nunca lo sabremos.
       El problema es que algunos ni siquiera se dan cuenta de que hasta lo que piensan está mediado por esta inteligencia.
       Tengo una hija y me arrepiento de haberla tenido. Tiene cuatro años y habla un idioma traducido. Parece una máquina de hacer traducciones. Nadie se dio cuenta cómo logramos un lenguaje plano. Es el mismo modelo norteamericano. Nuestra poesía está en peligro. Los españoles están en extinción. Se deberán plegar sí o sí a este modelo traducido. Allí debes notarlo mucho, pero en Miami es espantoso.
                  
       A.A. dice…
       2:30 AM

Toole, los pactos de sangre entre escritores son muy góticos. No va por ahí mi problema. Lo de USA lo veo a cada segundo. Pero aún estoy en la etapa de la manualidad; es decir, cuando chateo, estoy con un traductor abierto, hago Copy paste y siempre me entienden.
       La niña de los sapos hoy no pudo ir al río. Su madre cayó enferma de un problema “mental”, le apunta su padre. Ella se queda junto a su madre que padece ese problema “mental”. Ella mañana irá al río y hará sus averiguaciones. Tal vez por ahí alguien le explica lo que es lo mental. Seguro que los árboles, la natura.
       Hoy pasé por afuera del edificio de Vila-Matas y tiré unas manzanas. Imaginé que eso quedará en mi biografía: A.A. se paseó el día XXXXXX por las afueras del edificio del escritor Enrique Vila-Matas para tirar unas manzanas. Estaba con mucha rabia. El paseo lo hizo después de deconstruir La Asesina ilustrada, en la gran biblioteca. A.A. dice que de esa deconstrucción quedó la frase: pasar por afuera del edificio de Vila-Matas y tirar unas manzanas es asesinar la bulla y el miedo que produjo él en mi cabeza. Ella lo hizo exactamente a las diez de la noche de un día martes. Pasó de ida y de regreso. Era un día frío y nadie se percató de su inocente acto asesino.

María trasnacional dice...
       9:02 AM

Nena, olvidé decirte que viajaré a Barcelona en verano (argentino) y podemos ver el tema de la antología. Comprendo que no quieras que te pida ser la que seleccione a los autores, pero me tenés que echar una mano. Dime que sí. Bien, ya te posteo largo. Ahora estoy en mi pega y mi jefe viene por unos informes. Insisto que tengás cuidado con los polis.

Ojosazules dice...
       11:08 AM

Acabo de conocer este post. Digo, las señas de entrada. Puse pasar al blog siguiente, y llegué.
       Todos hablan de libros acá. Yo nada que ver con eso. Soy chilena, de Ñuñoa. Trabajo en una tienda de bolsos y pinches. Estoy todo el día conectada.
       Mi nombre tiene que ver con el color de ojos que quisiera tener. A veces algunos imaginan que soy la típica mujer delgada, blanca y de ojos azules. Soy morena, muy pequeña y bastante rechoncha. Siempre quise ser profesional. Me divierto escuchando baladas modernas, música sound. Me gustan los chicos románticos y que sepan hacerme feliz. Me gusta conocer gente diferente.

A.A. dice...
       17:36 PM

Maria trasnacional. Bien. No temo. Sólo le temo a las benzodiacepinas.
       Ojosazules, bienvenida.
       Y el problema de las manzanas y el de la biblioteca de noche, es un asunto personal. Es un asunto de fronteras.

Putasasesinasoncemildos dice...
       19:40 PM

Estoy escribiendo un cuento para tirarlo al fuego. Para tirarlo y que lo plagien. Para que se lo follen si quieren. Es de la maldita Elipsis que me persigue como si fuera su amante desde los primeros días. Bien, no sé escribir cuentos que no sean elípticos. ¿Por qué me perseguirá a mí esa perra? ¿Qué se cree la muy hija de la gran puta? ¿Me querrá follar por siempre? Elipsis, eres una Puta traviesa y desmedida. ¡Te excedes! ¡Déjame vomitar!

Siempredespiertodemalhumor dice...
       20:10 PM

Me sumo al sexo virtual. Podemos ser tres. Yo que siempre ando de mal humor, sólo lo supero con esas prácticas. Tener sexo en la cama ya no es grato. Anónimo, conozco la página de la que hablas, pero no tengo claridad de si se puede comprar con tarjeta de crédito. Voy a probar. ¿Me das tu email? ¿Quién más se apunta para pasar el rato? (Sólo le temo a caer en la red y quedar colgado en ella. A veces estoy a punto. Algunos chinos han muerto colgados de la red. 72 horas seguidas en el PC. Suicidio virtual).

Anónimo dice...
       21:50 PM

Se extraña a Belano. ¿Por qué no posteas? ¿Qué piensas de esto?

InHabilitado2 dice...
            23:54 PM

A.A., siempre espero que me elijas cuando caminas. Escógeme y cógeme.

Arturo Belano dice...
       1:40 AM

Basta que me nombren y ya está. Lamentablemente no tengo nada que agregar. Sólo que por primera vez concuerdo en el temor. Hay suicidios virtuales y también asesinatos virtuales. ¿Lo sabías? Problemas de terrorismo virtual. Soy experto.   

A.A. dice...
       2:30 AM

Siempredespiertodemalhumor, no practico sexo virtual, por ahora. Tal vez lo pruebe. No lo sé. Nunca sé en qué terminaré. Lo he repetido muchas veces en este blog. Antes decía nunca al Msn. Ahora chateo todas las noches. Busco cada noche a un hombre en la red.  Aparece todas las noches a una hora determinada. Usa de nickname Carpadorada. Nunca nos hemos visto, pero durante el día, lo extraño. Es mi única relación vital.
        La gran biblioteca me palpa, me excita, me traga.
       Investigador, sé quién es. Lo vi cuando abrí los ojos. Esta noche no iré. Mañana sí. No me gustaría que hablemos aún. No es necesario. Ya nos encontraremos de frente.

 

Biografía:

Claudia ApablazaClaudia Apablaza (Chile, 1978) Ha publicado el libro de relatos Autoformato (Lom ediciones, 2006), y la novela de la que aquí publicamos un extracto, Diario de las especiesha sido publicada en México por en Jus Ediciones y en Chile por Lanzallamas en el 2008. Ha sido finalista Joven Talento Booket, Planeta, España 2008; primer lugar en el Concurso de cuentos de la revista Paula, Chile, 2005; y primer lugar Concurso de Cuentos Filando cuentos de mujer 2004, Asturias, España. Su obra ha sido incluida en diversas antologías como Quince golpes (Cuba, 2008) o Tiempo de relatos (Booket, Planeta, España, 2008). Es colaboradora habitual de varias revistas literarias, como Quimera, La Siega, literaturas.com, y su blog: www.claudiaapablaza.blogspot.com es todo un referente en el movimiento literario de la nueva generación. Actualmente trabaja en su tesis para la Universidad Autónoma de Barcelona y es profesora del Laboratorio de escritura.

Entrevista a Claudia Apablaza en Canal-L